Te Quiero:3

Otro maldito viernes por la mañana, son las siete de la mañana, y estoy casi segura de que soy la  única de mi edad que se levanta tan temprano para arreglarse. Me levanto con pereza de la cama, aún estoy sentada en el borde de la cama, cuando un fuerte ruido me asusta haciendo que me de un golpe tremendo al caerme al suelo.
Me dirijo a la cocina..., al comedor..., a la habitación de mis hermanas..., pero nada, no consigo averiguar de donde proviene el dichoso ruido.

Voy a mi habitación sin saber todavía lo que provocó el ruido. Abro el armario, ojo unos vaqueros ajustados grises, una camiseta de alzas negra y me las pongo. Me coloco mis converss beis con unos calcetines del mismo color y me dirijo al baño. 
Me recojo primero el pelo en un moño, luego en una coleta..., en una trenza,...y al final decido que me queda mejor suelto.

Vuelvo a mi habitación, me coloco un fular oscuro al cuello, mi querida cazadora vaquera, cojo mi mochila, dos euros de mi cartera de Hello Kitty y salgo por la puerta. 

Camino lentamente por la acera mojada de la típica lluvia vespertina, propia de aquí, hasta darme cuenta de que unos ojos castaños llevan mirándome un buen rato, cielos, es el es Rubén, pero que hace aquí...? Sin pensármelo dos veces comienzo a correr hacia o él y salto en sus brazos omo una niña pequeña. El me recoge en un gran y cálido abrazo. 

-¿Que haces aquí?

-Bueno, pues me e quedado a dormir en casa de mi abuela, y aquí estoy.

-Jijijijijiii, y entonces hoy no vas al instituto no?

-Bueno....la verdad...es que si que voy

-Hoooo, y como es eso?

-Pues....verás... e hablado con mis padres,  y an estado de acuerdo para que yo me viniese a estudiar aquí a Tui. ¿No te parece genial?

Me tiro a sus brazos, y le doy un gran abrazo, el  me lo corresponde, y sin pensarlo me lanzo y le doy un beso en la comisura del labio.

-Creo que esa es una respuesta convincente ¿no crees?

-Jijijiji LOKA, es lo que eres

-Bueno, e tenido un buen maestro.

Comienza a hacerme cosquillas en la zona de las costillas, de repente veo que la puerta de mi casa se abre, y veo que por ella sale mi padre, un hombre corpulento y grande, con unos músculos muy marcados. Noto que a mis espaldas a Rubén se le tensan todos los músculos, y centra su mirada en el fornido cuello de mi padre.

Me acerco a mi padre, el me extiende la mano y me entrega un sobre , me mira con una cara muy rara, que antes no había visto en él y vuelve a entrar. 
Me dirijo a Rubén, y pongo mi mano sobre su ombro, noto como rus músculos se van relajando más cuando me mira a los ojos, y me dice:

-Te quiero